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Es posible que en tu agencia de representación te hayan pedido que les mandes polas.
El nombre viene de cuando trabajábamos en analógico y si querías ver cómo era un/a modelo/actriz/actor le pedías a la agencia que te enviara unas fotos echas contra una pared blanca, sin maquillaje, con una cámara Polaroid.
Esa es la idea, unas fotos naturales, sencillas, con un fondo neutro, ropa básica, sin maquillaje (o con poco).
Y por supuesto sin ningún tipo de retoque.
Eso sí, la clave está en que las fotos sean sencillas, pero que salgas guapo/a.
Si solo necesitas unas fotos para que en la agencia vean cómo eres en este momento, una sesión de polas es la solución.
Se hace en una hora. Dos cambios de ropa, sin maquillaje, ni retoque.
Fondo blanco y una luz suave que no esconda nada.
Se entregan 10 fotos que incluyen primeros planos, medios cuerpos y cuerpos enteros.
Además, es una opción económica y alternativa al book de fotos completo, lo que lo convierte en una buena idea si estás empezando.
¿Suficiente, verdad?
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